miércoles, 30 de diciembre de 2015

HOW TO WRITE A (WINNING) SCIENTIFIC PAPER

Hola buenas tardes a todos.

Hoy me gustaría comentar las impresiones acerca de un artículo que he leído en la web sobre cómo escribir un artículo científico. Pero desde un punto de vista muy divertido. El autor es E. Robert Schulman. (artículo). No os voy a relatar todo el contenido, pero sí un pequeño resumen de lo que me ha parecido más interesante ( y la vez crítico claro): no para de citarse a sí mismo, de diferentes formas pero siempre su nombre común. Tanto en la introducción, como en el resto de secciones.
Y cómo lo más importante de la investigación científica no es descubrir algo nuevo, sino la beca, con la que se supone que se pagan otros gastos.... También resulta gracioso cuando recomienda que nuestro artículo tenga errores, y si con suerte no son detectados en la corrección, posteriormente se tendrá que escribir una errata a la publicación explicando el por qué e incluso con los resultados de los experimentos diferentes, sin ser necesario cambiar la conclusión. (Ja!). Además estas erratas casi tienen el mismo valor que el propio artículo científico y muchísimo más fáciles de redactar, claro. Al final parecerá que has escrito más artículos de los que realmente has hecho....

También me gustaría comentar, ya en plan serio, algunos aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de redactar el artículo científico, y que tienen gran importancia. Paso a enumerarlas sin extenderme demasiado:
  • Las gráficas y tablas: concretamente en el campo científico de mi proyecto de investigación son de gran importancia. Ojo dónde las ponemos, tamaño y dimensión etc.
  • El tiempo verbal: aunque no me había detenido a pensarlo, a la hora de redactar el artículo científico es muy importante el intentar mantener la misma conjugación, sobretodo en cada sección.
  • Repetir las mismas palabras: intentar buscar sinónimos, y nunca  usar la misma palabra en una misma frase. 
  • Cuidado con las traducciones: la palabra data es plural. E intentar escribir en voz activa, y no en forma pasiva.
Bueno realmente hay muchísimos más aspectos a considerar, sobretodo seguir a rajatabla las instrucciones para los autores (instructions for authors). Este vínculo que he seleccionado por ejemplo es una guía para publicar en la revista Ecological Engineering.


Bueno por este año termino aquí las entradas del blog. Os deseo un buen final de año y mejor comienzo para el 2016.
¡Sed buenos!

martes, 29 de diciembre de 2015

MI NOMBRE ARTÍSTICO-CIENTÍFICO

Hola buenas tardes a todos.

Hoy toca hablar sobre un asunto que es más importante de lo que parece. Si hasta ahora estamos analizando la importancia que tiene la investigación científica para generar conocimiento, así como lo importante que resulta la publicación de las investigaciones para difundir ese conocimiento, no es menos que se se sepa quién ha escrito y publicado ese artículo.
Así que igual que hoy en día es importante tener un ID para el banco, el correo electrónico, páginas web etc, es fundamental tener un identificador que nos distinga de los demás investigadores. 
En mi caso, me ha picado la curiosidad y he ido a la WoS y he buscado por author mi nombre y apellido. He empezado por García ( ha sido una locura: 427.981 resultados). Luego he ido acotando más el tópico de búsqueda, García-Berlanga, con tan sólo 12 resultados. ¡Y finalmente buscando por Roberto García-Berlanga ningún resultado! Así que estoy a tiempo de ser el primero en publicar con mi nombre je. Tendré que darme prisa con el proyecto de investigación.
Un saludo.

¡FELIZ NAVIDAD!

!Felices Fiestas a todos!



sábado, 19 de diciembre de 2015

LA BIBLIOTECA UNIVERSITARIA

Hola buenos días a todos
Hoy os voy a resumir la sesión que tuvimos ayer en la Biblioteca de la Universidad Pública de Navarra. Lo primero tengo que confesar que aunque he estado más de 10 años viviendo en Pamplona, era la primera vez que pisaba esta biblioteca. Y mereció la pena. Arquitectónicamente impresionante, obra del arquitecto navarro Saénz de Oiza.
Bueno dejando a un lado la deformación profesional, voy a centrarme en la actividad propiamente dicha que resultó muy interesante. Hasta ahora, cualquier búsqueda que hemos realizado o consulta, etc siempre ha sido posible desde cualquier lugar y en cualquier momento, gracias a la posibilidad de disponer de un dispositivo electrónico y conectarnos a la web de la universidad, biblioteca, etc. Claro está que realizamos estos actos casi inconscientemente, como si de un hábito se tratara, y disponemos al instante de un artículo publicado en cualquier parte del mundo. Pero la sesión de ayer me sirvió para darme cuenta de que "casi" toda esta información que circula por Internet en formato digital, también está presente físicamente, aunque quizás cada vez menos. El hecho de que todos los artículos científicos publicados se recopilen en revistas que se imprimen y posteriormente se almacenan en un espacio como la biblioteca me permite por un lado tener una idea de lo que ocupa a nivel de espacio, y por otro lo torpe que me sentía buscando por estanterías las revistas y artículos relacionados con mi tema de investigación. Acostumbrado a teclear en bases de datos tópicos de búsqueda para que en cuestión de décimas de segundos tener disponible cientos de ellos y con la opción de descarga para una lectura posterior, ayer me sentía fuera de lugar y hasta perdido, supongo en parte por la falta de experiencia. 
De entre todas seleccioné un par de revistas, una sobre la normativa AENOR, y otra revista denominada Environment and Planning, que sí me pareció interesante. La publicación era del año 2001, y en ese volumen incluía todas las revistas publicadas en ese año. Comparando con las de otros compañeros de diferentes disciplinas, nos dimos cuenta que el formato cambiaba, es decir, no todas tenían la misma dimensión, ni grosor, ni número de revistas en su interior. Lo que sí que coincidían eran en el formato y estructura de los artículos. Salvando la diferencia de que por ejemplo en esta revista los artículos eran a una columna, la estructura con el abstract, la introducción, métodos y materiales en su caso, los resultados y la conclusión era la misma para los artículos. Finalmente terminaban con la bibliografía que aproximadamente para cada artículo había en torno a unas 50 referencias bibliográficas. Aquí también diferían unas revistas de otras, ya que no siempre la referencia tenía el orden de autor, fecha, título etc. Y además dentro del propio artículo la cita no era con número (1, 2, 3...) sino que directamente ponían el nombre del autor, y si querías más información tenías que buscarlo en la bibliografía. Y por último también señalar que también se incluían gráficas y mapas etc dentro los artículos.
¿Qué conclusión saco de todo esto? Principalmente que me alegro de haber nacido en esta época, con la posibilidad de acceso a información que se dispone en todo momento, y que hasta ayer no me daba cuenta, pero que hoy lo valoro más que nunca, y que me permite centrar mis esfuerzos en la investigación científica y el proyecto.

lunes, 14 de diciembre de 2015

FUMATA VERDE....

PEER REVIEW (O QUIÉN REVISA MI TRABAJO...)

Hola buenas tardes a todos!
En esta nueva entrada comentaré mis impresiones acerca de un tema de gran importancia en la publicación de artículos científicos, como es el control y corrección de los mismos antes de darse a conocer a todo el mundo.
Claro tenemos que pensar una cosa: Si se supone que yo (como investigador científico) estoy trabajando sobre un tema concreto, de tal forma que prácticamente me sitúa en la cima del conocimiento sobre dicho tema, después de dedicar tiempo y esfuerzo para poder comunicar algo que no se sabía hasta la fecha, surge la siguiente cuestión: ¿quién se cree capaz para juzgar y cuestionar mi trabajo, hasta el punto de decidir si es bueno o no, innovador o no, relevante o no, en resumen apto para publicarse o no? 
Pues bien hay respuesta también para esto: ni más ni menos que otros científicos que trabajen en temas parecidos o próximos, y que tengan el mismo "rango y profesión" que el evaluado (yo mismo) pero que para este caso en cuestión serán jueces neutrales. (se supone).
Y es aquí donde surgen las primeras voces críticas al respecto, y que además se apoyan en las nuevas tecnologías de comunicación, principalmente mediante blogs o microblogging como Twitter.
Hay publicaciones al respecto que critican el método original de seguir publicando en revistas científicas mediante el peer-review o revisión por pares. Y en mi opinión no les falta razón, en parte. Comparando ambas opciones, gana por goleada la publicación de artículos mediantes blogs en comparación con el método tradicional, tanto en tiempo, en acceso a dicha información del resto de la gente que pueda estar interesada, sin limitaciones ni suscripciones, e incluso la posibilidad de un feed-back casi instantáneo entre lector del blog y redactor.
En contra se puede pensar que el tradicional peer-review es más riguroso y estricto y por lo tanto da más garantía de calidad al artículo. Pero también es cierto que esto se puede conseguir en un blog mediante los comentarios, recomendaciones etc que hagan los lectores. Otra cosa es cómo determinar los conocimientos de estos lectores para valorar sus opiniones al respecto. Es decir quizás habría que distinguir entre lectores de primera (científicos reconocidos que tengan un juicio de valor medible) y el resto de lectores normales que simplemente accedan al blog para consulta etc pero que sus interpretaciones sean filtradas.

Y es en este punto donde en mi opinión menos eficaz parecen las redes sociales: porque si es cierto que son accesibles a todo el mundo, también no todos estamos igual de preparados para asumir cierta información y mucho menos para emitir juicios de valor. Quizás por eso se podría proponer un "mix" entre la situación actual de peer-review y las publicaciones en blogs.




miércoles, 2 de diciembre de 2015

EL ARTÍCULO CIENTÍFICO

Hola buenos días a todos!

Hoy me gustaría reflexionar sobre unos extractos que he leído acerca de la organización de un artículo científico y su divulgación. Partiendo de la base de que como ya he comentado todo es relativamente nuevo para mi, no quita para que cada lectura que hago al respecto me anime más en esta aventura científica.

En primer lugar, en lo que concierne a la estructura de un artículo científico, el libro de Robert Day titulado "Cómo escribir y publicar un artículo científico", que remite a la American National Standards Institute (ANSI), y que organiza los siguientes apartados:
  • Introducción
  • Métodos y Materiales
  • Resultados
  • Discusión
No obstante, en otra lectura de Ruy Pérez Montfort en su capítulo III añade un total de siete secciones, quizás más completo, y que a continuación se indican:
  • Resumen
  • Introducción
  • Materiales y métodos
  • Resultados
  • Discusión
  • Agradecimientos
  • Referencias

Viendo esta organización del artículo, ahora empiezo a comprender un poco mejor cuando he leído algún texto y tenían esta organización, aunque al final no pasaba del resumen, tengo que admitir. Pero sí me parece lógico que se haya establecido un orden común para todos los artículos a nivel internacional, tanto en forma como en lengua universal, el inglés. Lo que me ha llamado la atención de esta última lectura es cómo el autor recomienda (basándose en su experiencia) el orden cronológico para acometer cada sección:

  1. Los resultados
  2. La discusión
  3. Los materiales y métodos
  4. La introducción
  5. El resumen

Otro aspecto en común de ambas lecturas es la siguiente: cuando redactemos un artículo científico, nada de florituras ni adornos. Hay que ser claro y conciso: exigir una claridad absoluta en la redacción científica. Y también coinciden en algo muy importante y obvio pero que es bueno recordarlo: el resultado final de la investigación científica tiene que ser la publicación. 

En segundo lugar, me gustaría comentar mi experiencia en lo que se refiere a la divulgación de un resultado científico. La semana pasada asistí a la Séptima Conferencia Passivhaus en Barcelona, y para no extenderme demasiado explicaros que el Passivhaus es un estándar de construcción originario de Alemania a finales de los 80 el cual persigue el diseño de Edificios de consumo casi nulo (ECCN) o en inglés (NZEB) que seguro habéis oído más de una vez o estos días en la conferencia sobre el clima en París. 
Pues bien, esta conferencia estaba estructura en dos jornadas, mañana y tarde, y en la cual exponían casos prácticos y análisis de mediciones etc los ponentes, durante 15 minutos aproximadamente, en bloque de cuatro ponencias seguidas y al final se organizaba una mesa redonda en la que los asistentes hacíamos las preguntas que considerábamos oportunas. Y al tratarse de un congreso pequeño, el ambiente era más personal y se podía convivir con los asistentes. También había una zona de stands que aprovechaban los fabricantes para exponer sus productos más novedosos relacionados con el tema, por ejemplo las últimas carpinterías para ventanas, aislamientos etc. 
A continuación os dejo un par de fotografías que tomé de esta jornada que resultó muy interesante y útil tanto para mi formación profesional como espero para la investigación científica que he comenzado.

 

Espero que os haya sido de interés.
Un saludo.


martes, 1 de diciembre de 2015

A PROPÓSITO DE LA #COP21

¡¡¡CUIDADÍN CON LAS APARIENCIAS!!!

Hola buenos días a todos!
Hoy he visto un video muy interesante de una sesión de Helena Matute sobre la relación causa-efecto. A través de diferentes ejemplos de muy fácil comprensión, se puede llegar a entender el mensaje sin ser un erudito en la materia. Entre los diferentes casos expuestos, por ejemplo me ha llamado la atención cuando entra en juego una situación de depresión y complejos. Simplemente con esta tara inicial, ya es más que suficiente para que la ilusión de control la desarrollen los no deprimidos, ya que lo ven todo de color de rosa....y no sólo que los que tienen depresión lo vean todo negro.
Si estamos personalmente involucrados hace que respondamos más, y por tanto desarrollando más ilusiones: los deprimidos está más pasivos, más tristes y lentos, por tanto responden menos, y están generando un grupo de control y se están dando cuenta de lo que realmente está ocurriendo.
Es increíble esta observación. El estado de ánimo está diciendo algo. Por qué necesitamos comparar algo que funciona con lo que no funciona. Esto me da que pensar, es decir, quizás cuando queremos demostrar algo que estamos investigando, y sí o sí estamos convencidos que funciona y así lo queremos transmitir a los demás, igual deberíamos dejar a un lado esta situación activa y pasar a un modo más pasivo que posiblemente nos haga cambiar el punto de perspectiva y ver las cosas de manera diferente.


Bueno quizás se trata de encontrar un equilibrio. Ni ver todo del color de rosa, perfecto, maravilloso, ni tampoco negro y negativo ni escéptico. Pero claro decirlo es fácil. Necesitaremos, y sobretodo la principio de nuestra labor investigadora, que agentes externos y en cierta manera "neutrales" nos ayuden a seguir por el camino sobretodo con una visión más crítica de la que podemos tener nosotros.